Ilustración de Leslie Autumn Lane (@cardiodrama)
Sí, no es una locura, los hombres debéis ser feministas. No hay ningún motivo por el que no debáis serlo y sin embargo hay varios puntos en los que vuestra vida mejorará si un día decidís perder el miedo a la palabra feminismo y sumaros a este movimiento. Las mujeres no podemos conseguir la igualdad solas, no si la otra parte de la humanidad no acepta esta igualdad.
Para ello, lo primero que un hombre debe hacer es perder el miedo a la palabra feminismo. Este término, tan castigado desde el patriarcado con connotaciones negativas, casi demoníacas, no es ni más ni menos que la noción de que hombres y mujeres son iguales. La igualdad no quiere quitar privilegios a los hombres, solo conseguir que las mujeres tengan los mismos.
Cuando hayáis perdido el miedo, ya está, todo lo demás serán ventajas para vosotros. La primera es que por fin podréis tener relaciones sanas con las mujeres. Porque cuando tienes una relación emocional con un igual todo es más fácil. Ni ella tiene que ser una princesita ni tú un macho alfa. No hay necesidad, solo sois dos personas iguales. Porque las mujeres queremos lo mismo que los hombres, pasárnoslo bien. Pero es difícil disfrutar de una relación cuando uno de los dos se cree con más derechos que el otro. O con poder sobre el otro. Las mujeres han sido durante años meras propiedades de los hombres, en el mundo occidental ya no pero aún hay novios, maridos y amantes que se creen con el derecho a decidir sobre la vida de sus mujeres, es decir, que no las tratan como a un igual. Aquí vienen los problemas, las discusiones y los “es que está loca”. Igual está loca porque no la están tratando como a un igual.
Además, aunque muchos no lo creáis, el machismo también os controla a vosotros. Sois hombres y no “nenazas”, no podéis llorar, ni hablar de emociones. Pues, amigos, los hombres feministas pueden llorar tranquilamente porque también tienen emociones y no tienen que esconderlas para demostrar lo machos que son, no hace falta porque son totalmente libres de ser como quieran ser.
Así que yo os propongo que vuestra meta este 2016 sea la de ser feministas porque como dice mi querida Caitlin Moran: “un feminista varón es uno de los productos finales más gloriosos de la evolución”.